Amigos, estoy feliz de volver a publicar en el blog. Todo este tiempo de silencio solo fue una etapa en la que mi vida se alimenta de más cosas para agradecer a Dios.
Los atardeceres tienen un encanto particular. Me seduce por completo. El caer del sol me hace imaginar un día de trabajo, de cosechar logros cotidianos pero tan necesarios y luego la belleza del sol que se despide y la calma de la noche por venir.
El sol tan presente en las cosas que me gusta pintar, la ciudad que comienza a encenderse y un timido reflejo en el rio.
Obvio mi ciudad de Buenos Aires.
Cris
1 comentario:
me gusta, Cris...parece amanecer en Lalu?
daniel
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